Organizado por el Ayuntamiento de El Bonillo, Albacete (aunque para los que no los sepáis, El Bonillo es una nación :) )
Hace 7 años llegué a este pueblo. Ellos dicen que llevé la poesía y que por eso el Certamen lleva mi nombre. Yo digo que ellos me inundaron de sus gentes, todas tan grandes y con tanto cariño y dignidad, que hoy digo que también es mi tierra.
Esta hija adoptiva de El Bonillo, os adora, querido pueblo.
"En una época tan extraña para la cultura, hemos tenido 150 participantes más que el año anterior, procedentes de los lugares antes citados, lo que permite entender que El Bonillo y Yolanda misma sean tan conocidas fuera de nuestras fronteras como en España".
1 PREMIO
Amapolas en la penumbra
A mis abuelos
Tantas veces nos descubrió
el rojo beso del crepúsculo;
y nos sobrevino el día
sembrando amapolas en la penumbra. Tantas veces nos sentamos
a contemplar el mar, deshaciéndose en arrugas que bañaban la orilla. Tantas veces nuestros cuerpos
se declararon la guerra,
el amor
y la vida;
y nos nacieron los hijos,
y acunamos su alegría en nuestras manos. Tantas veces vencimos
la soledad,
el tiempo,
y la muerte;
y viajamos por dentro,
llenos de juventud.
Tantas veces supimos de este amor,
de sus raíces y su vuelo.
Pero ahora tú, amor mío,
olvidas una a una todas las batallas.
La enfermedad erosiona
el puente indestructible que construimos. Tantas veces tantas cosas,
y sin embargo...
Amapolas en la penumbra
A mis abuelos
Tantas veces nos descubrió
el rojo beso del crepúsculo;
y nos sobrevino el día
sembrando amapolas en la penumbra. Tantas veces nos sentamos
a contemplar el mar, deshaciéndose en arrugas que bañaban la orilla. Tantas veces nuestros cuerpos
se declararon la guerra,
el amor
y la vida;
y nos nacieron los hijos,
y acunamos su alegría en nuestras manos. Tantas veces vencimos
la soledad,
el tiempo,
y la muerte;
y viajamos por dentro,
llenos de juventud.
Tantas veces supimos de este amor,
de sus raíces y su vuelo.
Pero ahora tú, amor mío,
olvidas una a una todas las batallas.
La enfermedad erosiona
el puente indestructible que construimos. Tantas veces tantas cosas,
y sin embargo...
Nunca antes
el abismo,
la ceniza sin nombre,
la criminal obra de la memoria. Nunca antes
el golpe certero del amor más humano. Nunca antes
el desconsuelo infinito
ni la agonía opaca de saberte perdido en tu propio cuerpo.
Pero más allá de la vida, cuando hayamos caído
como piedra en la tumba, volveremos a la tierra
para florecer de nuevo.
Nos descubrirá el crepúsculo
en nuestro propio beso, sembrando amapolas en la penumbra.
2º PREMIO : Entreguerras
el abismo,
la ceniza sin nombre,
la criminal obra de la memoria. Nunca antes
el golpe certero del amor más humano. Nunca antes
el desconsuelo infinito
ni la agonía opaca de saberte perdido en tu propio cuerpo.
Pero más allá de la vida, cuando hayamos caído
como piedra en la tumba, volveremos a la tierra
para florecer de nuevo.
Nos descubrirá el crepúsculo
en nuestro propio beso, sembrando amapolas en la penumbra.
2º PREMIO : Entreguerras
I
Mientras las
bombas llovían sobre Bagdad
Tú esperabas en un semáforo en rojo
de la avenida.
[Toda luz es señal,
o alerta].
Era verano y el sol pintaba tu
cuerpo como un Sorolla.
[A tus pies el
mar de asfalto encapsulaba como una isla a la ciudad]
Un AH-64 caía
como una gaviota herida muy cerca
de kerbala.
Al Shabab mostraba imágenes de
campesinos
que cambiaron azadas por
kalachnikovs.
y celebraban los 150.000 Dólares
ofrecidos por Sadam.
Al final cruzaste, tomamos un café
y me invitaste a casa.
Pasamos una tarde, una guerra,
la caída de un imperio, un huracán,
Y vimos que la crisis llega de
golpe y arrasa.
Ahora todo es escombro,
ruina.
La piedra caída, bien alineada
vuelve a construir un muro sólido.
Los restos del amor
tan solo alimentan a los cerdos.
II
Quizás en
este lugar no llueva demasiado,
pero hay
motivos para soñar.
Tal vez
no hayamos cambiado tanto,
pero
desapareciste como lo hacen las banderas derrotadas.
Miro el
televisor a deshora,
Y leo la
prensa por las mañanas.
[La Plaza Tharir se parece a la infancia,
está llena de vida,
una vida fácil de
arrebatar]
Hablan de
las madres,
hablan de
los hijos,
hablan de
la noche.
La
historia se escribe en el margen de las hojas.
Las
mentiras, en la primera plana
de todos los periódicos.
III
Ardió
Líbano,
Siria se alzó,
y mis
manos avanzaron sobre tu cuerpo
con la
lentitud de la peste, [en tinieblas]
y la
dureza hambre.
Lo
orgánico pasó de ser plural a innecesario,
volvió el
amor
como la
hoja brota
de la rama seca.
De fondo el
gemido y el telediario,
la ONU y
la Casa Blanca,
y
nosotros viviendo la paz de entreguerras,
derrochando
amor,
por
encima de la cama.
3º PREMIO:
DANIEL BAJO LA LUNA SECA
DANIEL
BAJO LA LUNA SECA
Las noches inolvidables ya no
existen y afortunadamente escapaste del aroma
[traidor
de la cocaína, creció agua tibia,
avanzó la flauta del resplandor para tus padres y tu
hermana y también para mi, que
me dio un amigo nuevo, un nuevo
[hombre
con el que aún construyo la
torre desengañada del mundo con tarugos de risa.
Si muevo los dedos en el aire
aún suena mientras se aleja una guitarra
[ingenua
donde el porvenir tenía las
piernas poderosas y reinábamos sobre la superficie.
Daniel, podías haber muerto por
no acertar el paso en el barranquito este verano,
[con la sombra de los chopos arropando
la noche falsa de los montes, la perra suave
al paso
justo,
la luna seca mientras tu hijo veía la televisión en la casa y Encarni se reía
de no sé qué también entre los muros ajenos al paseo.
Los grillos cavaban fosas en el
aire, la fuerza del tomillo no te dejaba ver el aullido
de la perra, símbolo incesante de la vida.
Amigo, no son tiempos de paseos
solitarios. Me aterra que no lleguemos a despedirnos
[y
la amistad
termine siendo un viejo reloj
sobre un charco descolorido.
Daniel, admiro tu dignidad
serena frente a las horas, tu tesón en el trabajo, tus paellas
[y
las risas con tu hijo
que no golpea el balón cuando
lo ve pasar, que equivale a las veces que tú y yo fallamos
a portería vacía, si te escribo
así es porque en ningún caso quiero ponerme
[poético,
pero no consigo dormir bien desde
que me contaste tu accidente,
siento que me habla el vacío
desde su garganta de soledad,
toco tu pulmón perforado y tiemblo.
Sí, celebro tu vida limpia y
espartana, la sabiduría que da el sarcasmo, tu equilibrio con [las nubes,
y pienso que debo aprender
mucho de ti,
lo escribo sin partir los
versos porque me preguntarías y tendría que confesar
[qué
se parte con un verso.
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