Rituales de identidad (nombre precioso para este poemario tan cercano).
He leído este libro tres veces, en lugares diferentes. Cada una de ellas me ha abrigado del frío del invierno.
En este viaje he tejido una manta con los versos de Ricardo, con cada una de sus palabras sin añadirle ni una extra. Ni un bordado accesorio.
Así pues, el resultado es este poema que he ido uniendo con los hilos de su libro. Con sus versos desparramados y desordenados por mi.
Con la calma del monje,
me acerco al poema.
Han sonado unas notas
monótonas y
me acuna un libro.
Y me sumerjo.
Lentamente.
Se hace hermosa la vida,
evoca amaneceres de fuego
y espero tu retorno
igual que espera
el barro a la tormenta.
Harían falta estribos
para estancar la vida.
Cuando llega la noche
hay caricias de música
sobre mi sed de tímpanos.
Como duele ese aguijón.
Pero tal vez
bastara una llamada.
En mi presencia
ya solo queda
el roce de tus pasos.
Las fotografías son de Tanya Lacey. Un honor que se acercara allí a plasmar estos instantes.
Cualquier instante que plasma Tanya, lo llena de luz. Una suerte tenerla cerca.
Os la recomiendo por encima de todo...
Ricardo, el autor, agradecido y cercano.
Antonio Huerga, editor común. Antonio, al que me unen, además de la poesía, la mujer que llena de vida y emociones su editorial.
Antonio, al que aprecio y quiero (y espero seguir disfrutando durante muchos siglos).
Me encantan los Diablos azules...
Juana Vázquez. Ayyyyy... qué poeta más cariñosa. Leyó, con toda su alma, como lo hace siempre, algunos poemas de Ricardo.
Tejiendo la manta de crochet y versos para Ricardo...
Ramón Alcaraz, otro invitado de lujo para esta noche de poesía.
yolandayfin